El sábado estaba despejado pero hacía un aire gélido que no apetecía ir a mojarse a la playa. Como no había otra cosa mejor que hacer me acerqué hasta Aguilar para ver como estaba la mar y ver si había alguien en el agua. Cuando llegué la playa estaba completamente vacía porque había un marejón increíble, estaba todo revuelto y con unas olas rompedoras. Me acerque para ver como estaba en la Concha de Artedo y cuando estaba llegando me encontré con Juan que se marchaba para casa ya que no le apetecía entrar en esas condiciones, me comentó que estaba Paco con intención de entrar, me acerque hasta la orilla y allí estaba Paco con Laura pensando si entraba o no. Juan dio la vuelta y estuvimos un rato observando lo feo que estaba el panorama. Paco y Juan comenzaron a calentarse el uno al otro, que si traje la cámara de fotos, que por momentos parece que mejora, que, que, de repente, ala, al agua, Laura y yo no nos lo creíamos, pero cuando nos quisimos dar cuenta estaban bajando por las rampas de piedras de la playa.




  

Actualizado (Miércoles, 24 de Febrero de 2010 23:47)